martes, 20 de octubre de 2009

Viejas políticas, mismas mañas.

La política ecuatoriana actual, nada tiene de nueva ni nada de novedosa, muy por el contrario, aun están sumados al poder, los mismos de siempre, aquellos acostumbrados a subsistir asiendo política por siglos de los siglos, en las universidades estatales y que posteriormente fueron reclutados y formados con los disconformes, los disconformes son aquellos que están con todos y con nadie, que siempre ante la prensa, y ante los clientes de turno (profesores, sindicatos, obreros, etc.) siempre están gritando, alzando la voz y su mentalidad atrofiada impide ver la luz fuera del túnel, estos apocopados, que nunca han sido nada, que llegando a ser algo, aunque fuese transitorio, lo asumen como la mayor proeza de su vida y creen que por el simple hecho de serlo, es más que suficiente para que se les rinda pleitesía, amargados del progreso que de todas maneras quieren impedir su desarrollo siempre han estado enquistados en el poder, mediante acuerdos, pactos y componendas que a su arbitrio han puesto, para que aun sabiendo todos, que ellos están con el poder de turno, sea de derecha, izquierda, de medio del fondo, siempre se mostraran como que no están con ellos, estos seres humanos, cuya misión es la de romper todo lo que impida su figuración, han sido los verdaderos causantes de que cualquier propuesta de estado, gobierno, congreso o municipio fracase, pues la consigna es “todo para mí y todos por mi” con el único insondable objetivo de aburguesarse y vivir de esta, mediante el chantaje, el apremio, la amenaza y la indigna política del clientelismo.

Estos seudos lideres, que pasaron de facultad en facultad, de año en año en las universidades estatales, quebrando la endeble economía de estas, fueron adoctrinando y adoctrinándose con la teoría de “quemimportismo• nunca han tenido un verdadero compromiso social, nacional, jamás han estado con una visión de país, su única visión servil y a la vez clientelar a sido la de llenar sus arcas y mantener un sistema de ameba subsistente que vive de los mendrugos que sus clientes obligados demagógicamente han debido cancelar para mantenerlos, estos clientes de palacio en cada gobiernos, son la tenia y a la vez el mal que impide crecer, y como la gracia popular, les ha ido colocando aunque de apoco en lugares de definición de políticas o al menos usan la palestra pública para chantajear su disconformismo, y su enanismo mental por retrasar el progreso de un país.

Esta tenia enquistada, que no duda en cambiarse de camiseta o en mantener la suya que nunca avanza pero menos retrocede, están acostumbrados a la bronca, a la caída en masa, a acallar a los suyos propios adoctrinados con sistemas políticos, que quizás pudiesen ser valederos, si no fuese porque han sido prostituidos por postulados amorfos a los vertidos por cientistas, políticos, librepensadores y filósofos, su fisonomía de pais, esta incluida en la 1/20 parte de una hoja de papel bond tamaño carta que podrían llevar alegremente en su bolsillo, y como sucios mismo están, no han logrado borar el anateme de interés político chantajista de su partido, visión que ha empujado que jamás haya visto en sus filas a ningún estadista capacitado, preparado, consiente o real.
Pienso que eso efectivamente hace que se regodeen en su inmundicia y piensen que han progresado, solo por que han pisado el vado, sin haber cruzado el rio.
La política como terneras les mantiene, y quizás si laboraran en su profesión no ganaran lo suficiente para vivir y es por eso que pese a que están contra el estado, es el estado el que los mantiene y mantiene a toda esa masa de disidentes mentales cuyo único fin es dejar las cosas como están y retrasar el pensamiento, por eso de mal educando a la gente, den bola de maleducados tendremos verdaderos borregos que pastar por siglos de los siglos…….
No está por demás mencionar que a ellos, si a los disidentes del pensamiento e hijastros del desatino, no se les puede pedir cambiar, no porque son asi, ya que, gente que como decía mi gran amigo, Alejandro Golbert, abría que reunirlos en una isla para repoblarlos solos entre ellos, a esos no hay que empujarlos al cambio, no porque no cambiaran, pero al pueblo, al pensador que elige a ese hay que pedirle que piense un poquito, cinco minutos nada más, si lo analizan se darán cuenta que en esos cinco minutos, salen votando por otro, el problema que tal vez el otro no sea disidente, sino ya un ponente peor, ya nos paso.

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