miércoles, 1 de febrero de 2012

Del derecho a la re consideración.-

Con esto de los judiciales, uno entra en controversias bastante personales, no por que sea judicial, que ya antes lo he dicho, no es de mi agrado serlo, y ojala Dios no me castigue algún día y me haga judicial a las malas, pero es que en verdad, el servicio judicial, se ha degradado tanto, que ni los pocos o los muchos judiciales dignos y valederos, logran senderear la cultura popular de las calles, sobre los judiciales, su ámbito de corrupción o su facilidad a corromperse, yo como el que mas, somero defensor de los derechos humanos, digo, “no son todos los corruptos son judiciales, ni todos los judiciales son corruptos”, pero la podredumbre si estaba enseñoreada en secretarias que se crean dueños de los juicios, d ellas fechas y de las diligencias, amanuenses que se pasaban el tiempo cosiendo y escuchando música, diligentes oficiales que no diligenciaban nada y jueces que se reunían en bufetes de abogados para hacer en consumo la sentencia, pero de hay hay decentes los hay.


Ante este hecho como decía, de las pruebas que rindieron para verificar su calidad y capacidad y ante la oleada de personas con menores notas a 70, debo nuevamente resalto mi perfil de derechos humanos y de un exacerbado apego a los procesos debidos, creo que todos tienen derecho a que s reconsidere las pruebas que se deban reconsiderar y que de allí, si no mismo suman 70, pues que pena, al que toca toca y a bailar en otras pistas, pero lógicamente considerando que la prueba fue bien direccionada, lógica y pertinente, que no se queden los que por obra y gracia por cadabra, supieron las preguntas con anticipación y se las memorizaron, yo considero que lo mas sano, es efectivamente la participación de los mejores elementos, pero los mejores, no los amigos, compadres, tíos, primos y agnados y cognados, que hacen una justicia servil.


El derecho, al que me refiero, es el derecho a apelar o impugnar la calificación que se le ha colocado, por que al fin de cuentas, el que realizo la prueba es el servidor, y este es la única persona que sabe lo que puso y como puso y puede saber si fue calificada como debía ser considerada, ya que el cuantificador, solamente reviste de la figura de calificador de respuestas preconcebidas y que conoce. Entonces ese derecho debe cumplirse y que mejor que permita considerar que los seres humanos somos sujetos de errores y podemos equivocarnos, pero no podemos dejar de reconocer el valor real de la calificación de cada servidor.

Por eso que las re consideraciones no queden en el aire, y después, pues después de esto no es que los que han cumplido 71, 72, 80, 85 son los perfectos e infalibles no al contrario deberán ser sometidos a constantes capacitaciones profesionales, hay gente valiosa que actualizar, oxigenar, hacerla transpirar derecho e igualdad, creo aún en el cambio, que veo medio empedrado, pero no difuso vamos que si podemos, la justicia debe ser justicia y la verdad, verdad.