Masacre en San Fernando Tamaulipas….
Lo malo de las noticias, es que de tanto repetirlas, se vuelven cotidianas y a nadie causan asombro ya, recientemente ha salido a la luz, la masacre cometida en contra de varios migrantes en San Fernando Tamaulipas, México, como corolario vino a mi mente todas y cada una de las narraciones que la revista Vistazo en el Ecuador, han narrado en sus páginas durante todos estos años sobre el vía crucis que viven nuestros compatriotas migrantes al intentar cruzar la ,frontera México – Estados Unidos, realidad más visible en la migración austro ecuatoriana, que no solamente sufre los estragos en el cruce fronterizo al destino, sino desde el mismo empeño de sus bienes y vida por el coste del viaje, sin embargo y pese a que revista tras revista, noticia tras noticia, suceso tras suceso, siguen nuestros migrantes. Enervando los listados de migrantes que desean un futuro mejor para sus familias, a costa de su propio futuro, la masacre sucedida, a mas de causarnos la desazón y tristeza que causan a cualquier ser humano, nos lleva a recordar que esto no es nada nuevo, el famoso secuestro de migrantes en pasos fronterizos o en el lugar de destino, no es nada nuevo, es una cuestión ya arraigada en la temática de frontera y de migración irregular, que muchas veces no causa ni asombro, sino que más bien redondea el costo de viaje, al inicio eran los mismos coyotes quienes retenían a los migrantes en sus casas de llegada para como dije anteriormente redondear la ganancia, posteriormente los contactos de ese coyote lo hacían como chantaje para que el coyotero o la familia pagaran deudas anteriores y posteriormente se volvió un negocio como “peaje” de llegada, recién ahora autoridades se enteran de este tema, cuántos muertos, desaparecidos, heridos, discapacitados, abusados, esclavizados, explotados, ha dejado ESA MALDITA FRONTERA, ¿cuántos de nuestros familiares, amigos, cuantos de nuestra gente quedo en sus arenosos caminos? Muchos, cientos miles, no sabremos nunca porque nunca sabremos que paso, y nunca sabremos si la migración terminara cambiando el sentido, hoy un joven ecuatoriano, recién casado y recién adulto, sobrevivió esta desgracia, ¿cuántos no la sobrevivieron?, que pesar, por todos los seres humanos que fueron masacrados por dinero, que pesar por la intolerancia absurda de unos estúpidos investidos de la ignorancia de un poder mínimo que les dio en ese momento las armas, que pesar por no saber quiénes son ese montón de cobardes mal nacidos, que masacraron personas, sin razón alguna, ahora nos asustamos del proceder de los “z”, la pregunta seria, cuantas veces harían lo mismo, los “z”, los “x”, los “y” o ya nos olvidamos de los desaparecidos en aguas colombianas en el 2005, que no fueron masacrados sino enlatados en barcos para llenar de dinero a los coyoteros, si pusiéramos a realizar una estadística de los desaparecidos en el tema migratorio, muchas páginas de vergüenza, tristeza, odio y rencor asomarían como producto de una migración incansable, indefinida y sostenida, Dios permita el descanso eterno de todos los migrantes que en el trayecto y en el destino han fallecido, sin poder despedirse de los suyos, y que el mismo Dios de conformidad a los suyos y ojala que aquella noticia que nos enluta, sirva de inicio para una verdadera visión de análisis sobre el efecto de la migración en nuestros país.
Lo malo de las noticias, es que de tanto repetirlas, se vuelven cotidianas y a nadie causan asombro ya, recientemente ha salido a la luz, la masacre cometida en contra de varios migrantes en San Fernando Tamaulipas, México, como corolario vino a mi mente todas y cada una de las narraciones que la revista Vistazo en el Ecuador, han narrado en sus páginas durante todos estos años sobre el vía crucis que viven nuestros compatriotas migrantes al intentar cruzar la ,frontera México – Estados Unidos, realidad más visible en la migración austro ecuatoriana, que no solamente sufre los estragos en el cruce fronterizo al destino, sino desde el mismo empeño de sus bienes y vida por el coste del viaje, sin embargo y pese a que revista tras revista, noticia tras noticia, suceso tras suceso, siguen nuestros migrantes. Enervando los listados de migrantes que desean un futuro mejor para sus familias, a costa de su propio futuro, la masacre sucedida, a mas de causarnos la desazón y tristeza que causan a cualquier ser humano, nos lleva a recordar que esto no es nada nuevo, el famoso secuestro de migrantes en pasos fronterizos o en el lugar de destino, no es nada nuevo, es una cuestión ya arraigada en la temática de frontera y de migración irregular, que muchas veces no causa ni asombro, sino que más bien redondea el costo de viaje, al inicio eran los mismos coyotes quienes retenían a los migrantes en sus casas de llegada para como dije anteriormente redondear la ganancia, posteriormente los contactos de ese coyote lo hacían como chantaje para que el coyotero o la familia pagaran deudas anteriores y posteriormente se volvió un negocio como “peaje” de llegada, recién ahora autoridades se enteran de este tema, cuántos muertos, desaparecidos, heridos, discapacitados, abusados, esclavizados, explotados, ha dejado ESA MALDITA FRONTERA, ¿cuántos de nuestros familiares, amigos, cuantos de nuestra gente quedo en sus arenosos caminos? Muchos, cientos miles, no sabremos nunca porque nunca sabremos que paso, y nunca sabremos si la migración terminara cambiando el sentido, hoy un joven ecuatoriano, recién casado y recién adulto, sobrevivió esta desgracia, ¿cuántos no la sobrevivieron?, que pesar, por todos los seres humanos que fueron masacrados por dinero, que pesar por la intolerancia absurda de unos estúpidos investidos de la ignorancia de un poder mínimo que les dio en ese momento las armas, que pesar por no saber quiénes son ese montón de cobardes mal nacidos, que masacraron personas, sin razón alguna, ahora nos asustamos del proceder de los “z”, la pregunta seria, cuantas veces harían lo mismo, los “z”, los “x”, los “y” o ya nos olvidamos de los desaparecidos en aguas colombianas en el 2005, que no fueron masacrados sino enlatados en barcos para llenar de dinero a los coyoteros, si pusiéramos a realizar una estadística de los desaparecidos en el tema migratorio, muchas páginas de vergüenza, tristeza, odio y rencor asomarían como producto de una migración incansable, indefinida y sostenida, Dios permita el descanso eterno de todos los migrantes que en el trayecto y en el destino han fallecido, sin poder despedirse de los suyos, y que el mismo Dios de conformidad a los suyos y ojala que aquella noticia que nos enluta, sirva de inicio para una verdadera visión de análisis sobre el efecto de la migración en nuestros país.