El día de mañana se llevara a cabo en la ciudad de Guayaquil una marcha, que inicialmente tenía el fin, individualista, separatista, regionalista, de reclamar más, mucho más dinero para Guayaquil, que para otras ciudades, otras provincias. Inicialmente el fin de la marcha, ya era por demás discutible, pues mostraba la consabida prepotencia con la que cierto grupo político, siempre ha pretendido imponer sus ideas y pensamientos, no se me olvida la forma en que su principal representante, ya fallecido, intento imponerse a la justicia con cañones militares, apostados en el ingreso de la sede de un órgano independiente de su presidencia, entonces el hacer marchar a la gente de Guayaquil, por pretendidas exigencias de mas dinero, machacando que esta supuesta minoría afectaría a los sueldos, a los derechos, a lo que uno gana con esfuerzo, obras, empleo y seguridad, es un mamotreto de manifiesto, cuando todos sabemos que la cantidad a recibir es mayor a la que recibió el año anterior y que con ese dinero funciono muy bien la mencionada alcaldía, me pregunto, que tan mal administrador es el convocante que en vez de ahorrar, optimizar el dinero entregado, desea mas mucho mas, para preconizar que solo él y su grupúsculo dividido, la pretendida mejora.
Dicho esto, debo manifestar, que en estos días, se han sumado un grupo de personas a la dicha marcha, como apoyadores, marchadores, ideólogos, y resentidos por haber perdido su poder y su status quo, no se diga de resentidos políticos por quererse apoderar del poder, e incluso periodistas amargados que desde ya pretenden hacer paros nacionales para detener el país y volver a la sinvergüenza de cambiar de presidente cuando les da la gana, perjudicando la imagen de país y de estado, haciendo al Ecuador ingobernable, y de paso postulándose a políticos mayores, por ser los supuestos “hijos del despecho”, “divinidades salvadoras”, políticos prostituidos amantes del poder, que pretenden aprovecharse de estos eventos, para sus protervas intenciones, desde aquí hay que manifestarse y decir, reclamar es justo, pero cuando cave y se debe, lo demás es oportunismo vil de un poco de avivatos que ya perdidos y que se hallan en la sombra, pretenden iluminarse con el trabajo de otros, finalmente veamos que sapo, pretende verse como grillo, en esta olla humana que resulta la protesta por nada de nada, veamos si sirve la marcha y lo mas veamos si sirve el muñequeo de unos pocos por el mal de todos.